Desde estas lineas quisiera rendir tributo a un astrofísico (1934-1996) que nos ayudó a entender de forma amena y pedagógica nuestra relativa importancia en el cosmos que nos envuelve.La vida es un bien común y universal que entre todos debemos preservar y proteger. Nacido en el humilde barrio de Brooklyn e hijo de padres de origen lituano, desde Cornell, siempre nos ofrecia su excelente magisterio sobre apasionantes temas. Divulgador científico como pocos, los contenidos de su magistral serie televisiva de trece capítulos "Cosmos" relacionados de manera enfática con el mundo de la astronomia, de la biologia, e incluso de la bioquímica con incursiones en la historia de la ciencia e incluso penetrando en el mundo de la geología... y que despertaron temprano en mí la pasión por las ciencias en general y por la fisica y la química en particular. Con la edad de 12 años disfrutaba como un mono pelando una banana viendo esta serie que por otro lado le valieron a nuestro protagonista la obtención de 3 emmys, un premio que vendria a ser como los Óscar de la televisión. Sus métodos de enseñanza eran fáciles de asimilar por el gran público por su lenguaje claro, simple, fresco y ordenado. Desde el origen del cosmos o gran explosión (big bang) hasta la persistencia de la memoria ....pasando por los agujeros negros o la existencia de vida inteligente más allá de la Tierra. Este último tema fue el que dio lugar a una película protagonizada por Jodie Foster, David Morse y James Woods, "Contact".
En definitiva, amigo Carl, los que amamos el mundo que nos rodea, la belleza y la armonia de la naturaleza y de la vida, los que detestamos este mundo lleno de guerras y de odios por motivos cualesquiera, agradecemos tu visión tan panorámica y global de una realidad tangible: la especie humana somos autodestructivos por naturaleza pero el futuro está en nuestras manos.
