jueves, febrero 21, 2008

el hàrte que no sé ver (ni sarvidor ni nadie)


- cuamdo usté sale a la calle lo primero que emcuentra es surrealismo por todas partes. la sañore que le vemde el pan, que un dia li diu que si son beimte sentímos de más ú de menos,aichò dapen de la pota am qui la bona mullé se hagi achacat. este que le digo es el caso más avi tual. pero oyga usté, cuamdo me va de mercadéo con su siñora a laparadalafruitera puede vién desir que acava de superar los limites de lo notmal pues pa entrar en un mumdo que ni el de l´alésia en el pais de las merabellas (con conejo imcluido). el hótro dia fui con mis tres putetas, el pequenyo munederu de roba i el carrito la conpra en diresión ca l´austàquia, gran venedora de fruita i milló parsona;la molt bruicha (tramquils que anià cumfiansa) me puso en el paparet ajunto a los sién gramiyos de mansanas molten que tot plagat apujava a dos eurus am quinsa séntims. jo allà bén apuradet que estava, buscán sentímo a sentímo asta no hàntes de llegar a los dos-sientos sentímos que la dona me dimanava como contraprestasión por el purducto adquerío. asin que ni corta ni caúchu me diu que no bale la monéa pequenya, que o le dé más gordo o ná de ná. bamos que no havia poma molten i que me compotára o llamava al del pito que estava por allà serca humedesiendo el lavio de manera endisente. le dije que si le balia un bitlletet de beimte eurus i me va dí que tapoc, que no tenia canvio, pues rasumta que la mui buarra la fruitera me dejó allà disconpuesto i sin núvia; qué mejor que esponerles con el gran masturba d´or del imsigne salbadó d´elit, la realidat donde se emcuentra, realidat que sin ir más lejos es en la que está sumio el que se ustédes aóra se dirije
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hasiendo mimória pueden ustés imajinarse per un mumantet que no les asepten plata ni tamaño mui pequeño ni una mique gran? hàntes, que usté iva al mercadiyo con su bolsitatrapo y con sus monéas de sién pesetonas i ja en tenie prou pues li aseptaven semse cap pumblema? mitin, amb aquet surealisme que ens embolta pels cuáta cantons un ja no sap ni com umplí el seu munaderu. este es el uténtico hàrte que no sé ver, el se los señores del bamco tsentral uropéo que un dia le suven mis tipos (usia els d´interés) y le bajan el balor del dinero y quan lins rota me lo ponen por las nuves. i jo aqui, sulét, perdio en mità la jungla de los pésios, i que no sé abón coi arribarem am tanta flutuasión en los mercadiyos, tanto en el de gualestret com en el del carré san tiaggo rusiñól