viernes, febrero 12, 2010

la mili, esa gran incomprendida de nuestras vidas...


- El servisio militar. En su dia a mi me van dir, les hablo de allá por la primera guerra mundial, que haser la mili nos hasia personas más íntegras, personas de tomo y lomo, seres hechos (y sobre todo derechos), es desir, era el sumum a lo que de un bien nasido cabia esperar. El resto, morralla siendo generoso. Madrededios, perdóneles señor, que no sabian lo que se desian, menudo el lingotaso que se habrian metido entre pecho y espalda pa desir semejante tipo de bajanades. Yo creo que el servisio de quintas lo que hasia y hase del pueblo patrio, son gentes menos hechas y más estrechas. Pues no sé que coño quieren que yo les diga, a mi lo que me hiso, allá por el lejano 1925, fue joderme de lo lindo. Sólo tengo tristes recuetdos en mi depauperada y atrotinada memoria. Yo era un novato que por tal de no obedeser no se obedesía ni a si mismo. El primer dia de servisio me robaron l´entrepà de xoriço. El segon del dia, per més desgràcia, me van pispar la capseta de mistos amb les que encenia el meu caliqueño diari. El tercer dia, em van agafar prestats els mitjonets que em va cosir la tieta engràcia, i el último dia de servisio, antes de marchar hasia mi hogar más asqueado que un ministro a quien hagan jurar no mentir, fueron los calsonsillos de turno. Collons, si les escorcollasen la sesera seguro que no les chorisaban nada, no les darian tanto valor a lo que por allá dentro encontrasen. Y ya no les digo a los de la legión ni a la p... de su cabra, cabreta o cabró. A vera, el que trobo força positiu del servisio és que allà un pot aprendre a pelar patates (ni que siguin guillades, això tanseval). I ojo que no va amb segones.
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Más que haserme un jodío militar me convirtieron en un auténtic bordegàs, un gammarús de dalt a baix, un burru de los de gama alta i en dafinitiu, un pobre matusser. Créanme, damas y caballelos, yo no hise el servisio ese, ni me presté como cualquier bujarrona de barrios perdidos. Todo lo que les explico con tanto lujo de detalle es simple y llanamente producto de mi imaginasión. On s´és vist que un barselonista como yo me prestara a esos encanterios de origen mesetario? ni boig, què carai. Pero aúnque un servidor no hisiera la milisia, ya sé que eso no sirve pa nada de nada, ni pa pelar pipas. Ni tan siquiera sirve para otros menesteres como por ejemplo aprender a chapurrear el sabio argot castrense, aquel lenguaje tan típico de los quintos, tan culto y distinguido, todo un arte que no se vé, oigan. No somos nada, nos hase perder el tiempo de mala manera, y yo lo digo como me da la gana, con, o sin esperiensia, tanmefot. Yo creo que en el fondo, picando todos piedra, aprovechariamos mejor el tiempo que aquellos que van, así que encontraramos ni que fuera u fuese la piedra filosofal debajo de algún canto rodado de esos. Si les sirviera de algo esa servil prestansia, pues un servidor que se daria por satisfecho, ¡¡¡ s´hu chura el recluta tomeu borrego pa servirles !!!