-La vida, ese gran experimento, y más con Don Valeriano flamante ministro de trabajo, que a este paso el buen hombre nos va a llenar de Prozac a los humildes moradores de las arenas; y es que la cosa se prevé ciertamente durilla a lo largo y ancho de la venidera estación hivernal. A ver, yo no digo que la cosa se vaya a hundir más de lo que está que no es poco precisamente. Además ni por asomo pretendo ser negativo en mis presentes aseveraciones como tampoco es mi deseo caer en "la del árbol sin peras" (la desesperada) ni mucho menos. Asin y todo no veo la cosa económica demasiado bien sino todo lo contrario, algo chunguilla, y no pasa nada por decirlo.
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Los alegres cantos de pirena de la clase política como algunos elementos del ejecutivo gobernante pues como que me dicen más bien poco. Suelen autodenominarse los animadores de la patria por su encanto y particular optimismo pero yo a mis edades en pocas trampas voy a caer, y menos en las de tipo político, ¿saben? Desde la presiosa capital del reino no paran de enviarnos misivas de cierta recuperación en el receso actual y en la futura salida de la crisis del mercado. Vamos, y si encima suben los tipos de interés como un humilde servidor pues mejor que mejor, que carai !!
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Ni me los creo ni me los dejo de creer, como buenos políticos que están hechos. Resulta bien obvio que la cosa es como algo de mentirijilla, un retintín fraudulento el encanterio con el que nos intentan atraer a los míseros ilusos de la poblasión rasa. Sí, parece que la situasión reflota, amigo, créanos, bla bla bla. Miren, que aminore o empeore ya no está en nuestras despellejadas manos, eso ya depende de la estación del año en que nos hallemos, algo similar a las mareas o al devenir del Guadiana. Vamos,el paro tiene un efecto similar al de una marejadilla en noches de plenilunio. En un futuro no muy lejano pienso que nos aficionaremos a comprar islotes perdidos allende los mares; más que nada pa tratar de aislarnos de tanto enredo de tipo informativo que nos regalan.
