lunes, octubre 01, 2007
Adicción al anís del moño
A mi no me han traido ningún moño de las Américas, pero tranquilos que tampoco he bebido demasiado anís salvo el que meten en cierto tipo de reposteria. Es que yo de anises y anisetes, pese a tener próxima la fábrica de mi casa, no tengo ni repajolera idea. Sé que hay anises secos y anises dulces así como botellas con etiquetas verdes y etiquetas rojas. Pero mirando y mirando alrededor de la célebre botella de vidrio tallado, no encuentro ningún moño.
Hasta ahora sabia que los toros llevaban cuernos pero desconocia que llevaran moño. Si un caso las vacas. Que rian o que lloren que tant se m´enfot.
Cuentan que pertenece al grupo del toro, que en su dia se engulló al pobre moño. Se dice que para tener un buen moño hay que tener una buena química entre el cuero cabelludo y las raíces del cabello. Eso exactamente es lo que pasa con nuestro querido anís. La matalauva debiera ser un producto de primer uso para todas aquellas damas que gustasen de llevar un buen moño encima. Vamos, un buen anis del moño por montera.
No me pregunten por la fórmula, la desconozco por completo pero tampoco siento ningún interés por hacerlo. Tampoco me pregunten por su sabor, si bien intuyo que debe de tratarse de un moño con sabor a anís lo cual se agradece. El linimento y otros geles o champús de nueva generación no son más que burdos intentos de imitación que engañan a las señoras. Pobres incautas. Métanse bajo una buena ducha de anís del moño y tendran un cabello que envidiaremos los del sexo contrario.
El dia que esto suceda, aquella dita catalana "d'aqui cent anys tots calbos" .... dejará de tener sentido para las mujeres con un buen moño en su testa. Pórtense bien damas y caballeros...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)