- en el lejano anyo mil nuebesientos siete sepan ustédes que no havia las ténicas de reprodusión ár bítro que hai en los tienpos modétnos en los cuales nos desenbolbemos. asín que nasío en el parto una búrra (com ere ma mara, en pau raposi), ¿que coi se podie esperàr que nasiera? pues lo que nasió que no fué hótra cosa que un sarvidor a sus partes. entóses yo me digo a mi mesmo que ¿poqué susedió esto abiendo acabao uníco en mi espésie y sin reprodusión asistía en dingún laboretòrio? pues poqué eran hótros tienpos. miren, a prensipios de la senútria del XX no havia la ebolusión sufisiente pa conseguir colonar engendros como quien les abla, la situasión era la que era, y uno via de naser como pudiera. asín que ni corto ni caúchu me sacaron como pudieron del surrón de la projenitora sensa tení en cuenta que la muy buarra no se via labao más de una vés en los úntimos sinco anyos. la pobra padturienta no aguantaba el coi de pudó que flairechava el anbiente dins d´aquella aumil avi tasió de pobla, i desda luegu que poc sabien quin sirie el futur a corto/medio plaso en el mundo los guisantes, pues ya consebia su reprodusión (por obra y gràsia d´un famós capellà metío a biológo), la cosa en cap cas no pudie nà milló del que va anà. i achí que vaic sudtí, a poc a poc, primé el meu cap de renacuajo, daspués una cueta que de les tres putetas ere la més llarga. la resta del curdó un bil i cal el van ambià a un botecario de la sóna per tal que el pusés en un túb d´ensáyo i l´analisés a vera si algú dels meus pares tenie uríjan estratarrestra