- Pienso, luego existo. Existo luego tecleo. Tecleo luego bloggeo...o por lo menos lo intento.¿Qué hacemos con un blog?, ¿le ponemos peluca o mejor lo dejamos alopécico? puestos a aconsejar confieso que no puedo hacerlo dado que no sé que hacer ni con el mio propio y toda su retórica incluida. Desde luego admito como una posiblidad real una idea que tengo bastante clara. El tener mayor o menor número de comments sobre un post publicado no quiere decir en modo alguno que el tema tratado no interese o sea de baja calidad; ni que el espacio web donde se aloja vuestro blog halla tenido escasas visitas durante ese dia.
Como "juntaletras" de mi propio blog a mi me gustaria ver cuánto mayor número de comentarios mejor, fueran o no favorables a mi punto de vista en caso que se tratase de un post que motivase debate u opinión. Pero no es el caso y puedo escribir lo que me venga en gana. Luego mirándolo por el lado positivo soy libre. ¿Y quien seria capaz de renunciar al más básico de los derechos fundamentales? Si me da la gana hablar del perrito de Scottex, hablo, si me da la gana hablar del malnacido de Bush, lo hago, y si prefiero tocar temas acerca de viejas batallitas personales pues no tengo inconveniente en relatarlas para quien me quiera leer. Si nadie desea hacerlo lo hago yo mismo, no es la primera ni la última vez en la vida que me basto sólo con mi persona para tirar mis cosas hacia adelante.
Tampoco me gusta decir que no necesito a nadie pues suena a chulesco y altanero pero la experiencia me dice aquello de que a la fuerza ahorcan. Pero tampoco tengo por qué pedir favores a nadie en ningún caso. Si luego me fallan quedo como un idiota y eso ciertamente me ha pasado más de una, de dos y de tres veces, y con el mundillo bloggero sucede lo mismo. Eso depende de las personas puesto que cada persona somos un mundo y fuera de nuestros mundos hay un universo de más de 6 mil millones de almas en el planeta cada una con sus problemas, sus inquietudes o sentimientos.
A mí sinceramente me afecta ver que un post escrito y editado por mí con toda la ilusión sea apenas leido y/o comentado. Evidentemente hay bloggers a los que este hecho no las afecta tanto, creo suponer que unos somos más sensibles a unas cosas que a otras, no sé. En todo caso esto va dentro de ese"pack" que nos otorga "el creador" cuando nacemos: la personalidad. Y esto no se puede cambiar. A mí me gustaria tener esa capacidad de no sentirme afectado por apenas ser visitado o comentado, pagaria por tener un don que reconozco no poseer.
Pero soy así y me siento orgulloso de cómo soy. Y para mi, que en definitiva es la opinión que me importa, mi blog es el mejor del planeta. Sin llegar al burdo narcisismo acabo de decir exactamente lo que pienso.
Emili. Ref. preguntar por Vanessa, mi secretaria.
